22º Ruedas o chakras.

Un día comencé a perder paulatinamente la apetencia sexual, en un corto período de tiempo no solamente había disminuido sino que había desaparecido totalmente. Me explicaba a mí misma que el fuerte trabajo que había tenido junto con la muerte de un familiar cercano, así como las preocupaciones cotidianas de un cambio de casa, eran los motivos y causas reales. Un poco de tiempo más y todo había de pasar, pues no hay mal que cien años dure.

Pasado un tiempo que me pareció prudencial, todo seguía igual que antes, pero con un agravante más, era incapaz de alcanzar orgasmo alguno y si lo alcanzaba no llegaba a una plena liberación de la tensión sexual creada, era algo así como un ligero alivio que me dejaba en un estado de ánimo irritantemente incómoda.

Probé con estimulantes, fumé marihuana todo resultó inútil y peor ya que comencé a sobredimensionar el problema convirtiéndolo en una obsesión.

Me sentía castrada como mujer, limitada como ser humano, la sensación anímica era horrible, la depresión me hacía guiños a los lejos, percibía ya su maloliente tufillo.

Toda esta energía que no encontraba cauce de salida se transformaba en inagotable disposición de energía para el trabajo. Pero esta disposición que al principio me sorprendía fue degenerando hasta convertirse en una disposición nerviosa con rasgos de histerismo.

Acudí a una conocida mía psicólogo que no me ofreció solución, tampoco un psiquiatra, que me recetó ansiolíticos por una parte y antidepresivos por otra. 

Ni que decir tiene que no les hice caso. Una por no tener ni idea y el segundo por no enterarse de nada.

Una tarde, de repente, me vino a la mente el nombre del curandero-sanador, su imagen se iluminó ante mi. ¿Cómo no había acudido a él antes? La verdad es que no se me había ocurrido pensar que pudiese solucionar tales casos, pero ahora sin saber si podría ayudarme, me aferraba a él como una posible esperanza.

Marqué su número, escuchando su voz, envolvente y vital, me gustaba su voz. 

Un día se lo dije, me miró sorprendido y añadió,

-Me das una alegría, mi voz me parece seca y sin brillo.

Interesado, tuve que describirle lo que me gustaba de su voz, como insistía comenté los matices y tonos que yo veía en ella considerándola bella y armoniosa.

Esa vez se negó a cobrarme la consulta, alegando que le había proporcionado alegría para todo el mes.

Pedí cita para que me recibiera preguntándome que me ocurría y si era urgente.

En cuatro frases le condensé describiéndole mi estado de ánimo y lo que me estaba pasando. Por respuesta escuché una carcajada, carcajada que lejos de ofenderme, la tomé como tranquilizadora.

-Eso para mi lo considero urgente y prioritario, mañana por la tarde. Fue su respuesta.

Ya en su consulta describiéndole con mas detalle lo que estaba padeciendo y en donde creía yo que podían estar las causas sonriendo me contestó.

-Cuando tengas hambre, en lugar de comerte la cabeza, prepárate un bocadillo y cómetelo, deja la antropofagía para los que nada tienen que comer.

Sin más, me indicó que me echase vestida en la camilla. Cinco minutos más tarde que a mi me parecieron eternos habló de nuevo.

-Tienes todos las ruedas o todos los chakras, como está de moda denominarlos ahora, a la virulé o si te gusta más, los, tienes todos revirados. Interpreta esto como te plazca.

-¿Volveré a estar como antes? Pregunté con incertidumbre.

-Como antes no, estarás mucho mejor que antes.

-¿Volveré a sentir orgasmos? Volví a preguntar.

-¿Orgasmo? ¿Qué es eso? Me preguntó a su vez.

No supe responder.

-Ves como las palabras no sirven para describir sensaciones ni sentimientos, solamente sirven para comunicarnos lo convencional, el lenguaje es una convención para lo convencional. Las sensaciones y los sentimientos se realizan con gritos, exclamaciones, interjecciones, suspiros, gestos y miradas.

La palabra es incompleta e inexacta, la palabra rosa por ejemplo, no dice todo lo que hay que decir o expresar de una rosa cuando se la nombra, siendo por ello incompleta, habiendo rosas de color rojo y amarillo es del todo inexacto llamarlas rosa.

Responderé a tu pregunta, pero es necesario que me escuches atentamente.

La energía orgásmica o el Orgón lo estudió el psicoanalista y científico excepcional Wilhem Reich, te recomiendo la lectura de sus dos libros, “La función del orgasmo” y “El análisis del carácter”.

Esta energía está en toda la naturaleza y en todo el universo o si quieres para matizar más, como hay muchos universos, el orgón se encuentra en el cosmos. 

Podemos identificarla como la energía vital.

Hubo filósofos, magnetístas y alquimístas que conocieron esta energía y la denominaron con diferentes nombres, pero en esencia vienen a representar algo similar.

Pero Reich fue el primero que comenzó a establecer sus bases científicas para sorpresa de sus colegas y para su propio escarnio al ser incomprendido. Se opuso al régimen político del nazismo europeo, cuando todos los intelectuales de Europa, callaban y veían solamente aquello que sus intereses deseaban ver. 

Por otra parte, proclamaba que el psicoanálisis así utilizado, era solamente para los ricos y con una función tan limitada como absurda ya que no alcanzaba más que a unas pocas personas durante años de sesiones. Decía que estábamos ante una sociedad psíquicamente enferma, la única solución era ir directamente a la eliminación de las causas sociales que originaban esta neurosis colectiva.

No has visto en la playa en el verano, pequeñas lucecitas que se movían y que desaparecían al poco tiempo. Ese es el Orgón.

La sensación orgásmica humana podemos clasificarla en tres tipos, la física que alcanza únicamente al cuerpo, habiendo aquí diferentes grados de intensidad. Puedo asegurarte, el cincuenta por cien de las señoras no obtienen sensación física alguna. La energía orgásmica mental, que se obtiene al tener una mente desinhibida sin perjuicio, es decir al tener una mente sana. Este tipo de orgasmos engloba el orgasmo físico, tienen acceso a él no más que cinco de cada cien mujeres con orgasmo físico. Soy generoso con los porcentajes no creas que exagero. Finalmente está la energía orgásmica espiritual, que engloba la física y la mental, este tipo de orgasmo es la comunión con la naturaleza y con el cosmos entero, sintiéndote uno con el todo, en esos instantes se es la unidad. Este tipo de orgasmos muy pocas personas lo alcanzan y los que lo logran lo tienen una o dos veces en su vida. 

Puedo asegurarte, es suficiente con sentirlo una sola vez.

Por mi parte te ayudaré a conseguir el físico, te ayudaré un poco, no mucho, encaminándote a conseguir el mental. Conseguir el espiritual es un camino que debes realizar en solitario, únicamente corresponde a tu esfuerzo y superación, nadie podrá ayudarte y mentirá como un político todo aquél que pretenda venderte fórmulas y medios fáciles para conseguirlo.

Dejó de hablar y comenzó a agitar sus manos en remolinos violentos por la parte anterior de mi cuerpo, a veces sentía frío, otras calor, otras veces como si algo saliese de mí, otras como si algo entrase. Así estuvo algo más de media hora.

Puso su mano en mi frente diciéndome.

-Voy a descansar un poco y volvemos, pero esta vez con los posteriores.

Alrededor de otra media hora volvió a agitar sus manos sobre mi cuerpo recibiendo yo sensaciones parecidas a las anteriores.

Me hizo permanecer acostada un buen rato antes de permitir que me levantase.

Se despidió de mí diciéndome.

-Ahora a recuperar los atrasos y como los bancos cobra todos los intereses, no perdones ni un sólo céntimo.

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